Buena…Diablesa.

Buena…Diablesa.

Tu mirada escondía miles de secretos

Tus rizos ondulaban las comisuras del siroco

Las mil y una noche, deseadas, cargadas llegaban

Un sorbo, una palabras, una conversación

Una advertencia del brillo de tus ojos, una alarma

Cuídate de la belleza, es adictiva, no se sale de su influjo

El conocimiento no es malo, es gravísimo

Si tu paladar es insípido, nada podrá reconocer

Si dejas que la calidez de tu interior paladee el elixir

Perdido estás, me llaman Buena, susurrabas cerca de mi lóbulo

No quiero dejar de oírte decírmelo, Buena, me encanta

Cuídate del terciopelo de mis dedos, cuídate soy adictiva

Pecaminosa sensación, el cielo debe ser insoportable

Quiero mieles de infiernos entre tus brazos, en tu calor

Deja que los que cobardes que no se atrevieron lo pueblen

Yo quiero, Buena, diablesa de estertores cálidos, de lúbrica fruición, déjame gozarte, mil y una vez, después lo escribiré

Envidia de los ángeles será nuestra historia, gracias Alí, dijiste.

Simplemente sonreí.