Punzante
soñera…
Soy un
difuminado cuerpo volátil
Observo
mi verdadero Yo, en pose atormentada
Retorciendo
sus miembros adoloridos
Mas mi
rostro, se cierne radiante, sonriente, pleno
Unos
pliegues frescos, níveos, nos abrazaba, nos unía
Y tus
sapientes espátulas desplegaban el óleo, en mi lienzo
Bermellones
candentes en mis pliegues azulinos de expectación
Pajizos
en contrapunto de tu oscuro aceitunado
Electrizantes
atajos sabes al dedillo impartir, a mi receptiva piel.
Salí
sólo a mirar, mientras me mordías los lóbulos de las orejas
Me
jadeabas, la cantinela onírica, increíble, penetrante, triste.
Me
escapé, a robar la llave al cancerbero, ese maldito morfeo
Abatidor
de cadencias tan precisas y pulcras, destrozándolo todo
No, no
dejaré que me despierte, seguiré sufriendo la pústula
De este
espaldar inhiesto, vengativo, sádico, que me hace pagar
El deseo
de seguir, recogiendo tu sudor con mi cuerpo de esponja
Disfrutar
de los envites de tus ojos para conmigo, en este sedal de escarpias
Donde
nada se va, donde todo queda, mientras no despierte…
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