Ingravidez
Inerte…
Ahora te
siento invertido
Tus ojos
vueltos, sobre tus labios mudados
Embobado,
acongojado, desconsolado
Soplándote
las yemas de los dedos, gélidos, sin sangre
Tu pelo
cuan el erizo asustado, alerta y en guardia
No
derramas lágrimas, te sabrías ridículo, con gotas elevándose
Todo tú,
al revés.
Siento
el túmulo helado, acariciando mi espalda
No me
molestan las vértebras ahuesadas, como tú me decías
Torniquetes
de cuero me sujetan
Mi
cuello enfrentado con la gravedad del desconsuelo
Mi
cabello se deja atraer por el suelo
Es el
único real
Él que
se ríe, se desvanece ligero, dibuja la realidad del chance
Hiedras
aguerridas sobre la laja, demuestran ansias
Sobreviven,
luchan y recogen aire fresco
Mas tú
no, tú vives invertido, contra la gravedad
Te
rascas la entrepierna a escondidas
No
atentas contra las lenguas, contra las hostias en vino
No rasgas
velos negros, nada pecas
Y mi
cuerpo se disipa
Ya sólo
siento el frío del relente y los dedos de los estiletes
De los
soldados que dejan la soldada sobre el cesto
Ese,
mismo, el que me regalaste para las flores secas
Ahora
son regazo de la plata, esa que alimenta
El
fragor de mi pubis, ingrávido
Y tus
astas engreídas.
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