Equívocos
Obvios…
Enarbolo
la piel de mi vientre tatuado
Abierto
cuan la granada del frondoso dentelleo
Arrebujando
los lamidos satisfechos
Dejando
fluir el vil azogue bajo los lodos del riacho
Siendo
yo idéntica, aleteando mis volutas en mi cómplice
Atada
por la estola de tus sortilegios
Bajo mi
piel penetras tu sutileza y labriega espátula
Tambaleando
las enzimas de la instrucción
Los
maderos de cristal, incrustado en mi pubis
Ya no te
frenan, has traspasado las espinas del rosal
Has
rumiado sus pétalos y el empapado reflujo te vuelve
Cuídate,
mi compañera, te resquebrajará sin anestesia
Esparcirá
tu deseo en incrustaciones desorientadas
Y el
cielo será testigo, de tu ímpetu, de tu descenso
Cíñete
al azucarado lamento de mis vísceras y soñarás
No
atentes contra las rendijas del patio trasparente donde habito
Es aire
contaminado para tus pulmones inocentes y misóginos
Soy, te
deseo inundándome, mas yo elijo el tempo…
No
entregues tu existencia a la zafiedad de un equívoco.
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