De tus manos un manantial…
He nadado hasta tu orilla
En el mar de los sargazos
Escudriñándote una señal
Sabedor de que me resistía a intuir
La lóbrega entrada al parnaso, de pléyades.
Mi piel por tu respirar
Mi suspiro por tu deslizar.
Entre terciopelos impregnados de pócimas
Enseñas tu cuerpo sin puntiagudas defensas
Yaces inerte en el regazo de mis manos
Cuencas de ojos aguerridos, insinuantes
Sin resistencia, cedida a mis dedos de laurel
Deidad del multiforme vergel
De arabescos y dentelladas a la roca
Horadada con la lenta y paciente esgrima
De mi escoplo, como te sé dentro, muy dentro
Yaceré a tu lado, cuan dislocado hueso
De costilla arrancada, por ser tú
Por tenerte dentro otra vez
Origen asestado al río
Dorado doncel
Arreciado por un balandro cargado con mi cuerpo sesgado al dorso
de tus fauces.
Mas, no cataremos nunca más ese manantial.
Y floto como el aire, ¿el aire? y el aire a mis pulmones parece atado... te adoro
ResponderEliminarY tú eres mi fuente
EliminarDonde sacio mi sed
Sigue manando
No me tenga en cuenta
El reflejo de mi tiempo ajado
Porque siempre serás bella flor…
Gracias por dejar tan sensible suspiro, y no tenerme en cuenta los desvaríos, bsts, anabel, ;) :D