Entre
Plumas…
Por qué
tu níveo rostro no se me asemeja al ajamiento
No
subjetividad, es certera mi afinada contemplación
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Me
recuerda, las batallas en los pliegues de la ropa
Ningún
cúmulo de sinsentidos, desluce
Eres
majestuosa diva, onírico centro visitado de Morfeo
Cuan una
cizalla, cortas el aire con tu velo
Y tus
rasgos se me clavan en el incierto intelecto
Me
atrapas, porque es mi deseo, ser atrapado
Requerido
por tus tentáculos
Sorbido
por tu boca
Lamido
por tu lengua, vivaz, astuta, sutil
Paseas
tu garbo por la pieza, a un palmo del suelo y del cielo
Horizonte
henchido de capturadas imágenes
De
cuerpos entrelazados, masticados
Derrengados
y estirados
Mas,
radiantes.
Cruzadas
de estereotipos acrecentados por la rutina
Quebrando
cerámicas ancestrales
Transformando
estatus
Sojuzgando
laboreos y colmados.
Ungüentos
arrancados de las alhajas y reliquias
Concediéndonos
a esa bacanal de sexo y seso
Ya no
existe el andrógino ser
Soy yo,
tu premio
Tú,
presea áurica.
Entierro
mi oxidada mortaja y las fruslerías de cristal.
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