Escorada…
Llaneando
estepas áridas
Buscaba posar
mi laso báculo
Y hallarte ha
sido, salvación dionisíaca
Quebranto en
caída inconcusa.
Brotar se
tornan las flamígeras cumbres
De fuegos en
montaraz alegoría
Al sentirte
escorada al paso
Ansiando cubrir
mi último retiro.
Saqueando los senos
de un verbo vitoreado
En preñadas
ágoras cazaste mi ebria mirada
Cuan cóndor
altivo rutilante en las alturas
Guiando con
sapiencia mi derrotero al son.
Sé de tu mano
recorrer mis elíseos vientos
Jadeante susurro he sorbido al alegato
Miedos de
yertas fisuras en el tiempo sucio
Empolvado de
linajes etéreos, y tú soberana.
Bífida se
muestra tu enseña de flor y gemas
Gélida en la
angostura del poder excluido
Crédula en
futuros captados, en soplos frescos
Ardiente al
arribar entre el escorado sitial.
Dispénsame al
raptarte para el último eslabón
Pues la forja
es corta, tú y mi sien carcomidas
Por el azaroso
alineamiento de los astros cian
Festejo inconmensurable
de azufre y grafito
Descocando las
planicies de nuestras almas
En el embebido
reducto del ángel, alado vestal
Vertiendo la
insigne sapiencia del logro repleto
Ay lustre de
centellas, sobre nuestras palmas
Rezumarán los
lamentos envidiosos del júbilo.
Santiago Pablo
Romero.BlueEyes.Sensualidad.©
Imagen: Waclaw
Wantuch.
No hay comentarios:
Publicar un comentario