Belleza Yacente…
En la hora de los cómputos
Te encuentro aumentada
Lánguida y gélida, cubriendo la estancia
Con tus labios afligidos, y tu aroma empapado
Mis ojos me acusan, me sancionan, me culpan
No puedo asirte con mis manos condenadas
Apenas soy capaz de mirarte
Un hálito, quiero tu aire
Nada queda, entre los tejares
Piezas destrozadas de mampostería, recubriendo tu
ilusión
Quebrada por sanguinarias sanguijuelas
Equivocada la petición de ángeles
Vaticinio de cartas con hombres de negro y filos
sangrantes
Luchas vencidas y derrotas anquilosadas
Muestra de injustas cuentas pagadas
Sino levadizo en la bruma de plenitud y desconsuelo
Otra mañana aciaga
Nunca más la melodía sonará con trinos de mirlos
alelados
Con tu risa a carcajadas, a mandíbula batiente
Otro día, donde descorres un cerrojo de ida, sin
vuelta atrás
Y egoísta me dejas, vagando por el terraplén de los
moribundos
Llévame, arráncame el pecho, no te ensañes cuan si
fueras orca
Sé malévola y hunde tu tenaza en mi cuello
Destroza mis articulaciones, mas no me dejes
sangrando
En tierra de nadie…
Belleza Yacente, altiva
hasta sin vida, tómame.
Autora del Dibujo: Carmen Mansilla.©
Autora del Dibujo: Carmen Mansilla.©
No hay comentarios:
Publicar un comentario