En Tus Manos Fructificada…
Adelantando al
aire he regresado
Al aposento
sin luz
Pisando en
piel, ciénagas y barruntos
Quebradas han
sido mis peanas
Diosa vestal
sin mácula, vestías
Loada por el
letargo de una sonrisa
Limando minutos
de aguacero fino
Poliedros se
entrechocan en las cavernas
Minotauros decrecen
las concreciones
Apenas resiente
el edificio de tu voz dócil.
Lapidada por
el astil del sauce de hojas caídas
Desguazo mi acicalado
atavío pasmoso
A la vez que
desquicio el dardo vivo
Sobre tus
pupilas, rubrico el gozo del tropiezo
De fanfarrias disgregadas
por el jardín
Cubro de raído
nilón y evito la activa empatía
Entre alados
seres de fulminante rudeza
Gárgolas de
ciudad, esbirros de venal osadía.
He perdido la
brillantez del licántropo
Al macerarme
en el bosque con tu olor pegado
Liliputiense de
arengas perdidas
Y las ranas
croan en festín de lluvias
Vuelve,
apodérate de mi esquirla, fórmame
Desquita el
absorto quejido en la noche
Visto de
carmesí para ahuyentar tus miedos
Al conocido
sabor del traje de la mariposa.
Pídeme regadíos
en el desierto
Uvas entre los
dedos, y miel en los labios
Y seré abeja
que poliniza tus estameñas
Militaré en la
ringlera de bastiones rendidos
Para saberte
amo de mi locura perturbada
Calabobos me
atraviesan al verte llegar
Portador de la
clave translúcida
Arribando el
cernícalo al crujido nocturno
Vuelo de honor
a tanta pompa y festejo
Me capturaste
en mis lirios florecidos
Te entregué el
elixir cándido de mi inocencia.
©Santiago
Pablo Romero.BluEyes.Sensualidad.
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