En El Mar De
Tu Vientre.
Sin saber,
preñado de preocupación
Mi anhelo se
vierte sobre el abismo
Al no lograr
los biorritmos del sol encendido,
Que rutilante
me sostiene en vilo, desligado
Apuro las
carantoñas, antes de desistir
Y sí, sí, se
enervan los miedos, se yerguen
Las colinas de
tu vientre, se cubre el lago
Del que beber
sal con mi piel, a nado contigo.
Acurrucados entre
arenas de fina silueta
Pillando sepias
fotos que cincelan la piedra
De dura
sinceridad entre corceles alados.
He apagado el
portal pergeñado en el sueño
Para sentir el
felino mundo que nos envuelve
Y livianas
sombras se acunan ante mis vistas
Pídenme un
respiro, danzar quieren otra vez
Al son de tu
brisa, de hálito enardecido.
Cuídame, me
susurras, entre los sitios ilusorios
En las
arboledas perdidas de la noche,
Arrúllame con
el relato incierto del viaje
Donde abríamos
estrellas en el jardín ardiente
Y nos reíamos
del jugueteo de las palomas
En su vuelo
nupcial de níveo cortejo alado.
Cuídote, te
digo, sin palabras en mis labios
Tomaré, sin
sujetarte, tu aura de beldad nívea
Asomaré entre las espinas del gaucho floral
Y sostendré el
tallo de la más excelsa flor
Mientras provocas
tempestades en el estero
Que sorberé
entre mis labios, en tu estertor,
Petite mort, y
velaré el deslizar parpadeante
De tus pupilas brillantes sabedores de mí.
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