Teselas Rojas…
Amilanadas y púrpuras
eran tus aljófares
Irisaban, mi
pálpito saturado de turbación
Pecho desnutrido
de candor, defenestrado
Al llegar mis
besos a tus labios temblorosos
Incendiando la
presea de llamas ardorosas.
Mordiendo tus
rojizas teselas lentamente
Sin aspavientos,
trazando el verso sinuoso
Que preña tu
boca de ardor del desierto
Trocándome en
oasis de fresca saciedad
Y nada nos ataja,
apenas sombras llevas.
Barrotes de
óxido quedan tras las pestañas
Un voyeur escurridizo
vuela sobre el varado
En tierras
movedizas devorando pastizales
Oscuras sombras
huyen raudas a las esquinas
Ante la luz de
tus rubíes cristalinos, rojizos.
Supimos vernos
en tamaña oscuridad o no
Acaso fuéramos
destinados, sin descuido
La obediencia
de la fortuna, a veces generosa
De lograrnos
rozar sin dejar señales en la piel
No más un
ungüento de impregnados rastros.
Decían de un
mar de sal, nada queda allá
Donde supimos
dibujar un recoveco sencillo
Aquilatando fusiones
de sentidos inseparables
Carcajeas las
perlas níveas ante tu gorjeo áurico
Y sigo royendo
las comisuras del císneo lamento
Que me ofrece
tu cuello al saberse sorbido
Por la humectación
del desleimiento de mi ser
Así, así, me detengo
en la noche besándote mil veces.
©Santiago
Pablo Romero.Sensualidad.
Imagen:Vadim
Stein.
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