Perlas Sobre
el Pálpito de Tu Sentir…
Perlas,
perlas, perlas y crines
Domeñadas al
libre albedrío del céfiro
Muerdes,
enfrentas tus aljófares
A las entrañas
del océano
Fruto, vientre
del nacarado ungüento.
Sientes en tu
piel el hilo de Ariadna
Apenas seda en
el laberinto
Viertes la
miscelánea de la fuerza
En los
vericuetos de la cómplice sensibilidad
Derrame de
ojos esquivos.
Crines,
crines, crines y Perlas
He mesado con
las junturas de mis dedos
Cuan peine del
viento
Atrevido suplicante
de voces noctívagas
Aldaba en el
silencio sobre el maderamen.
Bebedizo aferente
al soliloquio del alma
Cuan un Ulises
perdido entre sibilinos llamados
Sin mástiles
ni presas en la orilla
Islas cubiertas
de aterciopelado abdomen
Flores de
vivacidad procaz, conferidas.
Beldad bajo
perlas, sobre perlas, en las perlas
Así tus crines
se despliegan, jajaja me satisfizo
Y cubre el
horizonte del catalejo
En anhelados
desgarros de voz taciturna
He ollado la
tierra con mis manos,
Hundido mis
uñas bajo las raíces del sauce
Sabedor de
poder hallar en sus entrañas el salitre
Que esculpió a
la mujer de Lot, arrepentida
Ya todo suena
a cántico, te sé pletórica.
Satisfaciendo tu
plenitud bajo el paraguas de la tarde
Esperas tu
vuelo, nocherniega señora
Lamiendo tu
alado porte con los salivales generosos
Sabes de la
pulcritud para conseguir la presa
Déjate llevar,
el eco enardece el pálpito ilusionado.
©Santiago
Pablo Romero. Sensualidad.HITA.
©Imagen: HITA.
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