Gasas
y Ataduras.
El
curtido pliego de animal sacrificado
Surcas
con el tatuaje de tus letras
Angosta
fue la noche, cálido el despertar.
Esas
gasas cubren tu cuerpo,
Inequívoca
señal de su presencia, no fue un sueño.
Las
gotas del vaivén de las olas te recrean un circular haz
Mensaje
encorsetado tras un cristal patinado.
El heno
de tu cuerpo, impregnado de su verdor
Caricia
involuntaria del hado del bosque, creciendo oscuro
Envidia
tienen los elfos, y ese es el rugir del canto
Decadente
en felicitación de tu llegada al cenit.
El
asidero perdido en el mástil de tu nave encontraste
Y ya no
hace falta hilar más, has vuelto a casa
Bella
musa, de lentisco, impregnados llevas el cabello
En el
fondo del hueco suenan campánulas.
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